No se trata de pasar frío, ni de
tomar vodka, ni mucho menos de beber el exilir de la vida. La fórmula rusa para
lograr la eterna juventud es un medicamento, que presentó el médico Valdimir
Skoulatchev.
Consiste en una
medicina ‘antiedad’, capaz de retrasar el envejecimiento, y que podría
garantizar la vida, en condiciones más o menos saludables, mucho más allá de
los 100 años. Y lo mejor: Estaría en el mercado en apenas cinco años. Según
aseguró el científico, “neutraliza el envejecimiento de los tejidos en todos
los estadios”.
Su investigación
esta avalada por Skoulatchev,
decano de la Universidad de Moscú, el
apoyo de la Academia de Ciencias de Moscú, e incluso del propio presidente ruso,
Dimitri Medvedev, quien respaldó públicamente el trabajo. La empresa rusa
de nanotecnología, Rosnano, invirtió 440 millones de euros en el desarrollo del
proyecto.
“La maquinaria humana está preparada para
vivir una media de 120 años, por lo que hay la posibilidad de alcanzar esa meta
y superarla”, explica el médico y biofísico francés Roland Moreau.
La batalla
se empezará a ganar en unos pocos años derrotando a algunos enemigos de la
longevidad como el tabaco, cáncer y la mala
alimentación
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