lunes, 16 de julio de 2012

El cigarro y el peso


Todos sabemos que el tabaco es muy perjudicial y puede ocasionar terribles enfermedades que pueden engendrar secuelas irreversibles e, incluso, la muerte. No obstante, muchas personas renuncian a dejar de fumar por miedo a engordar, un dato que invita a replantearse el tipo de sociedad que estamos construyendo. Todos conocíamos la relación que existe entre dejar de fumar y coger peso, pero la ciencia era incapaz de explicar los mecanismos que producen tal efecto.
Un grupo de científicos de la Universidad de Yale, dirigido por la Dra. Marina Picciotto, en colaboración con el Colegio Baylor de Medicina, han encontrado los mecanismos neurobiológicos que explican cómo la nicotina regula las ganas de comer, lo cual facilitaría el desarrollo de posibles fármacos que controlen algunas alteraciones metabólicas y ayuden a bajar de peso.
El estudio se realizó con ratones y se demostró que cuando se les administraba nicotina, ésta se unía a unos receptores nicotínicos denominados. Estos receptores están ubicados en el hipotálamo, una región del cerebro encargada, entre otras cosas, de regular el hambre.
A continuación, tras la unión de la nicotina a los receptores nicotínicos, se activan las neuronas de propio melancortina que reducen el apetito y aumentan el gasto energético (por lo tanto, a mayor activación de la POMC, mayor reducción del apetito, mayor gasto energético y mayor facilidad para perder peso). Incluso la Dra. Susana Monereo, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Getafe, afirma que si al dejar de fumar no se engorda es que algo no va bien porque lo normal es coger entre cinco y siete kilos.
Cuando dejamos de fumar la estimulación de los receptores nicotínicos es inferior porque no inhalamos nicotina, aumenta el apetito y disminuye el gasto energético, lo cual explica por qué la gente come más cuando deja de fumar y, por consiguiente, aumenta de peso.
Este descubrimiento abre un nuevo foco de investigación: la creación de fármacos que estimulen los receptores nicotínicos para combatir la obesidad.

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