Haber sufrido falta de oxígeno durante el parto o la edad avanzada de los padres son algunos de los
factores que se asocian con un mayor riesgo de sufrir autismo según un estudio
reciente. También el hecho que el
niño no responda a su nombre con un año de edad, podría indicar la presencia de este síndrome
Hay un incremento de la tasa de afectados por autismo o por otros trastornos que se incluyen dentro del espectro autista, como el síndrome de Asperger, el desorden de Rett, o el autismo atípico, entre otros. Así, de unas cifras que giraban en torno a cinco afectados por cada 10.000 niños se ha pasado a una prevalencia de 3,4 y 6,7 por cada 1.000 niños.
Aunque siempre se ha pensado en un origen genético, diversos
estudios realizados con gemelos han demostrado que menos del 70% de estos
hermanos son concordantes para el autismo, por lo que hay un elevado porcentaje
de casos en los que habría que buscar la causa más allá de la genética.
Los estudios realizados hasta la fecha sobre la existencia de
factores ambientales, perinatales o prenatales, han mostrado resultados
contradictorios. La mayoría de ellos tenía un pequeño número de participantes o
su diseño era defectuoso. Por este motivo, investigadores de diferentes
universidades estadounidenses han llevado a cabo una detallada revisión de
todos estos trabajos para poder extraer algunas conclusiones.
Hasta la fecha no hay genes conocidos para el autismo y por tanto
debería analizarse detalladamente la historia familiar. Eso podría ayudarnos a
examinar la interacción entre la susceptibilidad genética y los factores de
riesgo perinatales y prenatales potencialmente prevenibles para el autismo y
los síndromes del espectro autista
No hay comentarios:
Publicar un comentario