Tener una vida sana comienza por alimentarse bien, y esto
quiere decir tener una alimentación equilibrada y muy variada. Cada uno de los
alimentos tienen distintos nutrientes, pero ninguno de ellos nos proporcionará
por sí solo todos los que el cuerpo humano precisa y en las cantidades adecuadas.
Comer con moderación permitirá disponer de un peso
saludable. Para rendir mejor en el transcurso del día, hay que iniciarlo con un
buen desayuno que incluya frutas, leche y pan. Los productos lácteos son muy
necesarios en todas las edades.
También debemos ingerir frecuentemente frutas y verduras de
estación, disminuir los consumos de azúcar, dulces y sobretodo los artículos de
repostería.
A pesar que el agua no es un producto nutriente, el
organismo requiere mucho de ella. La gran parte de nuestro cuerpo está
conformado por agua: sangre, sudor, saliva, etc. El organismo pierde
constantemente agua y esa dosis se repone con la que consumimos en las bebidas
y alimentos. Cualquier deshidratación y fundamentalmente en niños pequeños,
puede resultar de muy graves consecuencias.
Hay que controlar los consumos elevados de carnes rojas,
embutidos, mantecas, mayonesas y todo tipo de frituras debido a sus altos
contenidos de grasas. Para evitar las enfermedades que se transmiten por los
alimentos, hay que estar atentos a la higiene de los productos desde su
adquisición hasta su consumo final.
Recuerda que, los alimentos no tienen porque ser completas,
suficientes o equilibradas pues esas propiedades resulta de combinarlos. Por lo
tanto, no existen alimentos buenos o malos, sino que cada uno proporciona
diferentes nutrimentos.
¿Qué es una dieta correcta?
• Completa: Que
contenga todos los nutrimentos. Se recomienda incluir en cada comida alimentos
de los 3 grupos.
• Equilibrada: Que
los nutrimentos guarden las proporciones apropiadas entre sí.
• Inocua: Que su
consumo habitual no implique riesgos para la salud porque está exenta de
microorganismos patógenos, toxinas y contaminantes y se consuma con moderación.
• Suficiente: Que
cubra las necesidades de todos los nutrimentos, de tal manera que el sujeto
adulto tenga una buena nutrición y un peso saludable y en el caso de los niños,
que crezcan y se desarrollen de manera correcta.
• Variada: Que
incluya diferentes alimentos de cada grupo en las comidas.
• Adecuada: Que esté
acorde con los gustos y la cultura de quien la consume y ajustada a sus
recursos económicos, sin que ello signifique que se deban sacrificar sus otras
características.
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