Uno de los mayores
inconvenientes del cáncer es la distribución (conocida técnicamente como metástasis) que permite que la enfermedad se disperse
rápidamente a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo.
Sin embargo, un grupo de investigadores del Instituto de Investigación del Cáncer del Reino Unido llevaron a cabo un descubrimiento que
podría evitar la metastización del cáncer al
resto del cuerpo.
En el estudio se utilizaron ratones con cáncer de mama, y descubrieron que la metástasis se producía por
la producción de una enzima identificada como LOXL2. Esta enzima permitía que
las células cancerosas llegaran
a la corriente sanguínea y se distribuyesen en todo el cuerpo.
Pero con la aplicación de
una serie de anticuerpos y sustancias consiguieron bloquear el trabajo de LOXL2
y la distribución del cáncer de mamas se detuvo. Este descubrimiento es
fundamental, ya que ayudaría a producir un medicamento que impida la
distribución del cáncer en el resto del cuerpo.
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