Tratar un nervio con ondas de radio podría convertirse en un método de rutina para bajar
la presión arterial de
aquellas personas cuya hipertensión no
responde bien a los medicamentos. Esto reduciría el riesgo de derrames y
enfermedades cardíacas para cientos de miles
de personas.
Este procedimiento se enfoca en los nervios que rodean el riñón
y que están alojados dentro de la pared de la arteria renal. Las ondas de radio
son enviadas dentro de la arteria a través de una sonda insertada a través de
la parte superior del muslo superior del paciente.
Murray Esler del Instituto Baker en Melbourne, Australia, es uno de los líderes del equipo de investigación
que está realizando pruebas con este procedimiento. Para reducir su actividad,
cy su equipo usaron la sonda de ondas de radio para calentar la arteria
unos 10 grados centígrados más allá de lo normal. Esto redujo la actividad del
nervio entre 30 y 80 por ciento, dejando la arteria en si misma relativamente
intacta.
Este procedimiento se intentó por primera vez en el 2008 en un
paciente cuya presión aún permanece baja, lo que ha llevado a los
investigadores a teorizar que sus efectos probablemente serán permanentes. Si el tratamiento cumple
las expectativas, cambiaría radicalmente las perspectivas de pacientes de todo
el mundo.
De momento se están planeando comenzar más pruebas clínicas en
Europa y Australia en los próximos 12 meses para descubrir más sobre las
consecuencias a largo plazo del procedimiento.
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